Las barreras infrarrojas son muy económicas y efectivas para la protección de espacios amplios y abiertos con techos de gran
altura, especialmente donde el acceso a detectores puntuales para las rutinas de mantenimiento supone un gran problema.
Las barreras ópticas infrarrojas para detección de humos se vienen instalando satisfactoriamente en lugares como depósitos,
fábricas, atrios, centros comerciales, centros de ocio, iglesias, museos, plantas generadoras y plantas industriales.